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Steelcase inaugura su exposición comercial en Barcelona

Steelcase ha inaugurado su exposición comercial en Barcelona, un espacio donde diseño y conocimiento se dan la mano para mostrar las últimas innovaciones que buscan mejorar la experiencia del trabajador en la oficina.

El espacio reúne en sus 600 metros2 de exposición las últimas tendencias que marcarán el rumbo de los espacios de trabajo durante los próximos años y que giran en torno al concepto del renacimiento de la oficina. La oficina vive en la actualidad un momento de gran impulso en el que las grandes corporaciones empresariales están reinventando sus espacios de trabajo para adaptarlos a los nuevos retos del futuro. La oficina del futuro pasa por situar en el centro del espacio a la persona, de modo que se vele por el bienestar del trabajador desde una triple perspectiva: física, cognitiva y emocional.

Esto lleva a pensar en soluciones de equipamiento que se preocupen por la ergonomía del trabajador y por reducir el impacto del cansancio o del estrés de las personas gracias a una adecuada iluminación, acústica o refrigeración; pero también a pensar en entornos que favorezcan la colaboración entre personas, la concentración, los encuentros informales o la creatividad. Todo ello incide de una forma positiva en la cuenta de resultados de las empresas, puesto que está demostrado que un adecuado entorno de trabajo permite mejorar la productividad, el compromiso y la motivación de los trabajadores.

Steelcase propone en sus nuevas instalaciones una paleta de espacios en los que se desdibujan las fronteras entre el trabajo en la oficina y el hogar. “Cada vez buscamos entornos más inspiradores, que nos hagan sentir como en casa pero que nos aporten toda la comodidad y eficiencia que necesitamos durante la jornada laboral”, reconoce Alejandro Pociña, presidente de Steelcase.

Este nuevo espacio, que se irá actualizando con los últimos lanzamientos del mercado, nace con la vocación de convertirse en un referente de los espacios de trabajo y da respuesta a una incipiente visión empresarial que busca adaptar sus instalaciones a las nuevas exigencias que se imponen en los entornos laborales. “Durante la crisis, el único objetivo de las empresas ha sido reducir costes para mantenerse; una vez superado el duro envite, las compañías comienzan a darse cuenta del valor diferencial que supone el espacio de trabajo para lograr atraer y desarrollar el talento de los mejores profesionales, ya que, durante los próximos años, las organizaciones tendrán que hacer frente a la guerra que se desatará por la búsqueda del talento”, ha añadido Pociña.