Sant Gervasi–Galvany, Les Corts, Poblenou, La Marina de Port, Pedralbes, L’Antiga Esquerra de l’Eixample y Tres Torres presentan un equilibrio óptimo entre huella residencial y de oficinas, y ofrecen una mejor calidad de vida a sus vecinos. Así se desprende de un estudio de CBRE en Barcelona que cruza datos demográficos, económicos y del mercado inmobiliario para obtener una visión diferencial del desarrollo urbanístico de la ciudad.
Estos siete barrios, de los 73 barrios que conforman Barcelona, pueden liderar la transformación de la ciudad para hacer una Barcelona más sostenible, armónica y que prioriza el bienestar de sus habitantes. En el análisis de este estudio se han tenido en cuenta los datos demográficos, económicos y del mercado inmobiliario para obtener una visión diferencial del desarrollo urbanístico de las ciudades y ponerla al servicio de planes de crecimiento o regeneración urbana ordenados y centrados en las personas.
En el lado opuesto, los barrios con mayores desequilibrios son Sants–Badal, Vallvidrera, el Guinardó y Horta, donde apenas hay espacio de oficinas en relación a la población activa que reside en la zona.Ello supone, a juicio de los expertos de CBRE, que los habitantes de estos barrios tienen que salir masivamente a diario para desplazarse a los centros de trabajo”. Hay barrios como La Marina del Prat Vermell, donde la ratio se dispara a más de 280 m2/persona, apuntando a un claro dominio de la huella de oficinas sobre la residencial, dejando a partir de las 19:00 h. barrios con poca actividad.
Para este estudio, que se ha tomado como modelo en primer lugar Barcelona y se irá aplicando a otras ciudades españolas y europeas en el futuro, CBRE ha cruzado cifras de superficie de oficinas con datos de población activa (personas de entre 25 a 64 años) para cada uno de los barrios y ha comparado el resultado con la ratio adecuada, que se sitúa en un rango de entre 7 y 14 m2/persona.