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El comercio electrónico se ralentiza

    Interior de una tienda de moda.

    La penetración del comercio electrónico en centros comerciales, parques y locales en calle se está ralentizando, según informe trimestral de e-commerce elaborado por Savills, El comercio electrónico del sector retail registró un incremento del 18% en 2021 frente al 40% en 2020. Con los datos publicados la semana pasada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el comercio electrónico representa una cuota de mercado de un 10% sobre el total de ventas minoristas, dos puntos porcentuales por debajo de las previsiones, que estimaban que podría alcanzar el 12% el año pasado.

    Desde Savills señalan que el comercio electrónico en España sigue creciendo, y ha superado los 57.700 millones de euros en el año 2021, un 11,7% más que el año anterior, pero este crecimiento es menos de la mitad del alcanzado antes de la pandemia, que registró un incremento del 24,4% en 2019.

    Este menor crecimiento, según la consultora, refleja un cambio en la tendencia del consumidor como consecuencia de un nuevo estilo de vida, enfocado de nuevo en la socialización y con reactivación del comercio físico tras la pandemia.

    El incremento del comercio electrónico continúa impulsando la evolución de la omnicanalidad y el futuro del sector retail irá asociado a modelos híbridos donde todos los canales de compra están presentes. No obstante, los expertos de la consultora señalan que las características culturales y climáticas de España hacen de la tienda física un elemento fundamental. Tras dos años donde los cierres y las limitaciones al movimiento provocaron un cambio radical en los hábitos de consumo, el consumidor vuelve a visitar los centros comerciales y a disfrutar del ocio en familia y con amigos.

    En el marco europeo, la cuota de mercado online posiciona a España en el puesto 13 tras países como Reino Unido, Alemania y Francia. A pesar de que la tasa de penetración de Internet es alta, las diferencias culturales y climáticas hacen que países mediterráneos como España, Italia o Grecia dispongan de unas cuotas de mercado más bajas en comparación con otras geografías, como consecuencia de los distintos estilos de vida.