La Feria Internacional de Turismo (Fitur), que ayer cerró las puertas de su edición número 42, ha acogido 110.193 visitantes, un dato que supera todas las previsiones de la organización y que invita al optimismo de cara a la temporada turística tras dos años marcados por los efectos de la pandemia.
Los visitantes de esta edición duplican los de la edición de 2021 (62.000), que fue una versión especial y reducida de la feria, pero están todavía muy lejos de los de 2020, antes de la pandemia, cuando acogió a 255.000 visitantes.
El número de visitantes profesionales ascendió a 81.193, el doble que en la edición 2021, procedentes de 127 países, mientras que las visitas de particulares se estiman en unas 30.000 personas. También ha contado con 600 expositores en 8 pabellones, lo que se ha traducido en 6.933 participantes empresariales de 107 países, entre los que se incluye la representación oficial de 70 países.
A esto hay que sumar los visitantes virtuales a través de la plataforma Fitur LIVEConnect, que ha alcanzado los 33.286 registros, un 10 % por encima de lo previsto, así como las visitas a la página web de la feria, 150.000, el doble que el pasado año.
Fitur, una de las ferias de turismo más importantes del mundo, se ha convertido en un barómetro para tomar el pulso al turismo en el inicio de cada año. Esta edición de Fitur era crítica, según la propia feria, para recuperar los niveles de negocio y actividad turística tras dos años de pandemia, por lo que la respuesta de particulares y empresas ha permitido enviar un mensaje de confianza.
Para la directora de Fitur, María Valcarce, la feria ha contribuido a dinamizar las relaciones comerciales, ya que los participantes han trasladado de manera generalizada su satisfacción con el volumen y la calidad de los acuerdos cerrados. Este dinamismo comercial, apunta, ayudará a impulsar el despegue del sector turístico este año, que según los analistas será de fuerte recuperación para volver a los niveles previos a la pandemia en 2023.