Los fabricantes de hormigón han mejorado sus previsiones de actividad para el conjunto del año, esperando ahora una caída del 15% respecto al año precedente, como consecuencia de la progresiva recuperación de la economía desde el fin del estado de alarma y las restricciones a la movilidad.
Mientras que en junio el descenso medio esperado de las ventas para 2020 alcanzaba el 29%, las previsiones han ido mejorando a lo largo del tiempo, ya que en julio era del 25% y en septiembre del 17%. Según el último barómetro de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop), si la tendencia sigue así, el año acabará con una caída del 15%.
Pese a la gravedad de esta caída, desde Anefhop resalta que se ha amortiguado bastante y que ya no es tan profunda como se esperaba. Además, el nivel de actividad ha vuelto al 79% y un 22% de los fabricantes afirma que la producción está en el rango normal.
Por el contrario, el sector está girando cada vez más hacia el pesimismo respecto al año que viene, puesto que un 59% cree que la actividad se comportará en 2021 incluso peor que este año, seis puntos por encima del anterior barómetro. Un 28% cree que será igual y, un 12% que será mejor.
Por otro lado, la organización ni siquiera cree que la llegada de los fondos europeos vaya a hacer que la obra pública crezca lo suficiente como para cambiar la tendencia a la baja, predominando las opiniones negativas entre los empresarios del sector.
Al margen de la crisis sanitaria, las dos principales preocupaciones de los fabricantes son la estrategia comercial y la escasez de ofertas, aunque no contempla los concursos de acreedores, ya la gran mayoría de los asociados considera que el empleo del sector conseguirá mantenerse y que la viabilidad de las empresas no se verá afectada gravemente.