La Generalitat de Cataluña ha comprado 137 viviendas a Sareb para destinarlas a alquiler social por 9,6 millones de euros, mientras que ha estimado el coste de mercado en los 23,2 millones, según informa la Conselleria de Territorio.
El edificio quedó inacabado en 2007 y requiere reducir las distribuciones interiores de las viviendas, acabar los espacios comunes y activar las instalaciones particulares y comunitarias.
El Ejecutivo catalán prevé que estén listas para entrar a vivir a finales de 2026, cuando será la Agència de l’Habitatge de Catalunya quien gestionará su adjudicación entre las familias solicitantes de vivienda de protección social.
A lo largo de 2023, Sareb ha vendido a Incasòl un total de 146 viviendas y 471 activos si se suman a ellas, suelos, locales y anejos (trasteros y garajes) ubicados en distintos municipios.