Siete de cada diez jóvenes afronta algún gasto, tengan o no ingresos, por la casa en la que vive, según el II Observatorio de la Vivienda en España elaborado por Century21 España. Este dato va variando a medida que aumenta la edad, poniendo de manifiesto que existe una clara relación entre el grado de emancipación y la incorporación al mercado laboral de los jóvenes. Así, en el grupo de edad más joven (hasta 24 años), la vivienda no supone un gasto en el 45% de los casos. Este porcentaje disminuye al 25% en el caso de los de edad comprendida entre los 25 y los 29 años, y al 14% entre aquellos de 30 a 34 años.
En cuanto a la cantidad aportada (ya sea en concepto de alquiler, hipoteca o colaboración), los jóvenes españoles pagan una media de 370 euros al mes, si bien hay que matizar que mientras los más jóvenes que viven con sus padres sólo aportan una cantidad simbólica de 45 euros al mes, los que viven en una vivienda comprada tienen un coste mensual que supera los 460 euros.
Los jóvenes que viven en régimen de alquiler pagan diez euros más de media al mes que los que viven en una casa en propiedad. La cantidad aportada, ya sea en concepto de alquiler, hipoteca o colaboración, se incrementa con la edad, pasando de 293 euros entre los menores de 25 años a los 433 euros de media que pagan los jóvenes de 30 a 34 años.
Tal y como se recoge en el estudio, el 42,1% de los jóvenes españoles no cuenta con ningún ingreso propio, cifra que asciende hasta el 71,8% en el tramo de edad de 18 a 24 años. Además, un 20% ingresa menos de 1.000 euros y sólo el 23% entre 1.000 y 1.500 euros.
Ante este panorama económico, sólo un tercio de los jóvenes se puede permitir asumir la totalidad de los gastos del inmueble en el que vive, otro tercio comparte los gastos con su pareja, casi un 20% lo pagan los padres y el resto de los jóvenes encuestados comparte los gastos con sus padres o compañeros de piso.