Saltar al contenido

La reputación de las empresas promotoras se estabiliza

    Presentación del informe.

    Tras varios años de subidas continuas, la reputación de las empresas promotoras parece entrar en una fase de madurez y estabilidad, según el Informe La reputación de las empresas promotoras 2022, elaborado por el Observatorio de la Reputación Inmobiliaria, una iniciativa de Planner Exhibitions.

    El informe presentado analiza la reputación de las empresas promotoras en base a un constructo formado por los siguientes cinco atributos: Confianza (“Son empresas en las que se puede confiar”), Transparencia (“Explican a sus clientes lo bueno y lo malo del producto ofertado, sin ocultar detalles de importancia”), Honestidad (“Son empresas que cumplen los compromisos adquiridos con sus clientes y si se producen incidencias, las asumen y resuelven”), Responsabilidad (“Son empresas respetuosas con la sociedad, sus trabajadores y el medio ambiente, y participan de acciones solidarias”) y Profesionalidad (“Son empresas profesionales, que conocen el servicio que prestan y que saben hacerlo correctamente”).

    Para su elaboración se realizaron 607 entrevistas, tanto presenciales (realizadas tras la finalización de la visita a SIMA, a finales del mes de mayo pasado) como online (en el transcurso de la semana posterior).

    De acuerdo con los datos recogidos en el informe, en 2022 se estabiliza la tendencia al alza que de manera ininterrumpida venían registrando las empresas promotoras desde 2017, año de inicio de la serie histórica. El Indicador Global de Reputación de 2022 es casi idéntico al del 2021, 5,5 puntos sobre diez posibles, solo una décima menos que el anterior valor.

    Y si bien esta evolución contrasta con la serie histórica del informe, que para el período 2017-2021 registra una subida media anual de 2,5 décimas, “el dato de este año, tal y como se afirma en el informe, tendría que contextualizarse en el momento actual del sector, muy tensionado por circunstancias ajenas a él y que previsiblemente deberían haber tenido un efecto desestabilizador en su percepción pública, lo que, sin embargo, no se ha producido”.

    De asumirse esta perspectiva, el Indicador Global de Reputación de 2002 confirmaría la solidez de la imagen del sector en unos niveles razonables para una industria todavía joven en la gestión de este intangible.
    Ver informe