Según ha informado la entidad, durante los primeros nueve meses del año los ingresos por comisiones crecieron un 4,1 % hasta los 636 millones debido al aumento del número de clientes y su mayor vinculación, que se ha reflejado en mayor medida en la generación de ingresos en los medios de pago, fondos de inversión y seguros.
El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha destacado que la entidad tiene “cada vez más clientes, más vinculados y más satisfechos que compran más productos de valor añadido” y concede más crédito tanto a particulares como a grandes empresas y pymes. De esta forma, el beneficio antes de impuestos se situó en 953 millones de euros, un 1,3 % más, mientras que el beneficio neto atribuido se elevó a 139 millones, un 1 % más que en los nueve primeros meses de 2016.
Asimismo, los gastos de administración disminuyeron un 3,1 %, lo que permitió que el ratio de eficiencia acumulada se mantuviera en el 48 %, prácticamente el mismo nivel que al cierre de septiembre del año anterior.
El margen bruto frenó su caída hasta el 2,5 % una vez que el resultado por operaciones financieras creció un 70,6 %, hasta 314 millones de euros, un crecimiento que Bankia atribuye a las ventas de carteras de renta fija principalmente en los dos primeros trimestres del año como anticipación a la previsible evolución de los tipos de interés.
El margen de interés alcanzó 1.467 millones de euros, un 10,1 % menos que en el mismo periodo de 2016, como consecuencia de un entorno de tipos de interés en negativo que sigue afectando a la cartera hipotecaria del banco, mayoritariamente referenciada a tipos de interés variables, y al rendimiento de los bonos de la Sareb, cuya rentabiliddad se ha situado próxima a cero.
Como ha informado Bankia, la mejora de la calidad de balance, con descensos tanto en los créditos dudosos como en el volumen de activos adjudicados, fue otro factor favorable para la evolución de la cuenta de resultados, ya que dio lugar a una bajada de las dotaciones a provisiones. Durante este periodo de tiempo, Bankia efectuó provisiones por 244 millones de euros, un 4,3 % menos; y el coste de riesgo (volumen de provisiones sobre crédito) se mantiene en 0,24 %.
El saldo de riesgos dudosos se redujo un 11,2 % desde el inicio del año, hasta 10.194 millones de euros, con lo que la tasa de morosidad cayó en un punto porcentual, hasta el 8,8 %, mientras la tasa de cobertura quedó en el 53,8 %.