En la segunda jornada de Rebuild 2024 los profesionales de toda la cadena de valor de la construcción han continuado desgranando y debatiendo sobre los retos del futuro a los que se enfrenta una de las industrias más importantes para la economía de nuestro país.
Desde ayer, se repiten en todas las ponencias, corrillos y reuniones dos palabras: construcción industrializada. El sector tiene claro que solo evolucionando hacia este modelo se podrá dar respuesta al problema de la falta de oferta de vivienda y a la dificultad de acceso para una gran parte de la población a un hogar.
La industrialización supone un soplo de aire fresco y una palanca de modernización y crecimiento en la edificación, que está llamada a ser la respuesta para la reducción de tiempos de construcción y costes, que permitan ofrecer nueva vivienda pública a precios más asequible. Esto se debe, igualmente, a la digitalización de los procesos, algo que también promueve la atracción de talento más cualificado, así como su valor a fin de ser un concepto que favorece la descarbonización.
Sin embargo, el sector no encuentra el respaldo necesario actualmente para poder dar el empujón necesario a esta transformación. De hecho, Rebuild lleva desde su primera edición, hace siete años, sirviendo de altavoz a los profesionales que reclaman un marco normativo adaptado al modelo que facilite y agilice los trámites para su implantación de forma generalizada.