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Oficemen presenta su estrategia de Emisiones de Carbono a 2050

    La patronal cementera Oficemen ha presentado su hoja de ruta para la reducción de emisiones de CO2 a 2050. El documento destaca el potencial de algunas tecnologías emergentes, como la captura y almacenamiento de carbono (CAC), que permitirían reducir hasta un 80 % la huella de carbono de la industria cementera española en 2050.

    Sólo aplicando medidas convencionales, ya en uso en la actualidad, las emisiones podrían reducirse hasta un 35 %, siempre en base a los niveles de 1990, año tomado como referencia para la elaboración del estudio presentado en el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

    Alrededor del 60 % del carbono emitido por la industria cementera, responsable del 5 % de las emisiones antrópicas a escala mundial, son causadas por la descarbonatación de la piedra caliza durante el proceso de fabricación, principal materia prima del clínker y, hoy por hoy, no se pueden reducir. El 40 % restante proviene de los combustibles necesarios para realizar el proceso de clinkerización, que es sobre el que la industria, a fecha de hoy, puede actuar.

    Los ejes de actuación propuestos desde el sector cementero español pasan por la mitigación de emisiones en las fases de producción; por el uso de los productos con base cemento, capaces de mitigar los efectos del cambio climático y por el desarrollo de infraestructuras de hormigón, como soluciones constructivas que facilitan “la adaptación a esta nueva realidad que vivimos”, explicó el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, que añadió, “los efectos, derivados de condiciones meteorológicas extremas, como inundaciones, aumentos del nivel del mar y desastres naturales, impondrán exigencias sin precedentes a la sociedad, haciendo necesaria la construcción urgente de edificios e infraestructuras más seguras”.

    Conceptos como el del co-procesado, que permite la valorización energética y material de residuos durante el proceso de fabricación, o la reducción de huella de carbono que conlleva la durabilidad, inercia térmica y bajo mantenimiento de edificios e infraestructuras de hormigón, son algunas de las actuaciones que se detallan en la hoja de ruta y que podrían aplicarse desde la tecnología actual.

    No obstante, el texto añade que, incluso aplicando los procesos más eficientes en la actualidad, una parte de las emisiones de CO2, vinculadas a la producción de cemento, no se pueden evitar. Por esta razón, la industria cementera está prestando especial atención al desarrollo de las tecnologías CAC, que estarán disponibles para el sector, previsiblemente, dentro de una década, y al papel fundamental que pueden jugar en la reducción de emisiones. Las tecnologías de captura, transporte, almacenamiento y usos, y transformación del CO2, llamadas CAC, han sido probadas en Estados Unidos desde los años setenta y en la actualidad se contemplan en todas las hojas de ruta internacionales, como una de las medidas para la mitigación del cambio climático. Desde la UE se están destinando fondos para hacer posible la aceleración y la implantación de las tecnologías CAC.