El grupo constructor y de servicios ACS alcanzó un beneficio neto de 220 millones de euros en el primer trimestre del año, un 6 % más que en el mismo periodo de 2016. Este incremento se apoya, según la compañía, en la “excelente evolución operativa de Hochtief”, su filial alemana. En contra pesó la menor actividad de CIMIC, la filial australiana. El beneficio bruto de explotación (ebitda) se situó, entre enero y marzo, en 597 millones, un 9,5 % menos que en igual periodo de 2015. Este descenso se debe a la venta de activos renovables en el primer trimestre del año pasado, según comunicó la empresa a la CNMV.
Si se excluye este factor, el ebitda habría caído un 5,2 %, lastrado por la menor producción de CIMIC. Las ventas descendieron un 7,6 %, hasta 7.922 millones, también por la disminución de la actividad de la filial australiana. Según ACS, este descenso se debe a la terminación de grandes proyectos y al retraso en el inicio de los adjudicados recientemente. Por zonas geográficas, las ventas crecieron el 146,2 % en África, aunque sólo representan un 1,3 % del total. También aumentaron en América del Norte (12,2 %) y América del Sur (0,5 %) pero se redujeron en España (-16,4 %), Asia-Pacífico (-28,8 %) y Resto de Europa (-10,1 %). América del Norte aportó el 43,4 % de los ingresos, seguida por Asia-Pacífico (23,1 %) y España (17,9 %).
La cartera ascendía, al cierre del primer trimestre, a 67.107 millones, con lo que se mantiene estable a pesar de la negativa evolución del dólar australiano y del peso mexicano. Sin el impacto de los tipos de cambio, la cartera habría aumentado un 6,6 %. La deuda neta se situó, a finales de marzo, en 3.840 millones, un 0,4 % más que un año antes. No obstante, el endeudamiento ha aumentado en 1.200 millones respecto al cierre del pasado ejercicio. Este incremento se debe a la variación del capital circulante, a la distribución de dividendos, a la compra de autocartera y a las inversiones acometidas.