La previsión para el cierre del 2017 es que se superen los 12.000 millones de euros en cuanto a volumen de inversión. Las inmobiliarias se adaptan a la nueva etapa que vive el sector en la que los activos de calidad se han convertido en uno de los objetivos Más inversión inmobiliaria que en 2016 y orientada a los activos de calidad
La inversión inmobiliaria supera ya lo registrado el pasado año cuando todavía quedan por delante los últimos meses del 2017. El verano ha sido una época especialmente intensa, en la que se ha registrado una alta actividad, con un volumen de 3000 millones de euros, incluyendo las operaciones de las grandes compañías. Otro dato significativo es que desde principios del presente año, se acumula una cifra de 10.300 millones de euros. Son datos obtenidos por el informe Investment Insight Spain, que elabora la consultora Cushman & Wakefield y que han confirmado el optimismo que se presentía.
El mercado inmobiliario coge ventaja respecto las dificultades que los últimos años han sido protagonistas. La recuperación del empleo y el despertar de la confianza impulsan esta nueva etapa. Ahorradores nacionales y extranjeros vuelven a fijarse ahora en este sector para destinar sus capitales y lo hacen con las ideas más claras que nunca.
Una de las principales demandas de los inversores es que sus asesores sepan analizar correctamente el mercado actual y sus previsiones sean lo más explícitas posibles. Así lo explica el equipo de Bourgeois Fincas que también se dedica a la gestión de patrimonio y que ha notado cómo sus clientes quieren tener más información del entorno antes de tomar decisiones. Ahora se implican en el proceso y desean formar parte de la estrategia de gestión e inversión inmobiliaria.
Esto requiere una renovación constante de los conocimientos por parte de los asesores para seguir ofreciendo servicios de la mayor calidad. Para conseguirlo, los equipos de gestión de patrimonios son cada vez más plurales e incluyen distintos tipos de perfiles. Contar con especialistas en derecho o contabilidad se considera ya imprescindible. Además, el cliente, explican desde Bourgeois, valora la cualificación de los miembros del equipo pero también el nivel de compromiso que adquieren con su proyecto, siendo éste uno de los requisitos más importantes para ellos.