Grupo Tecnitasa, en un comunicado, explica las claves de las nuevas normas urbanísticas de la ciudad de Madrid. Este es el resumen del análisis de Tecnitasa.
Las viviendas de obra nueva tendrán que ser mínimo de 40 metros2. En este momento, una de cada 6 viviendas de la capital no cumple este requisito. En zonas consolidadas y con inmuebles muy grandes se permitirá dividir viviendas de gran tamaño para crear más viviendas.
La transformación de locales a viviendas, que en un contexto de escasez de vivienda es clave poder flexibilizar los usos de ciertos inmuebles.
Regulación de coliving y cohousing, dos modelos de vivienda emergentes que están experimentando un gran auge en el mercado madrileñ0. La nueva norma establece que las zonas individuales no podrán ser inferiores a 15 metros2 por persona.
Una nueva regulación de tendederos, trasteros y zonas comunitarias. A partir de ahora no será necesaria la separación física entre cocina y tendedero y se admite la planta baja para los trasteros sin computar edificabilidad.
Excluir de edificabilidad los elementos que mejoren la eficiencia energética. Algunos ejemplos serían las galerías bioclimáticas, locales de generación, almacenamiento y distribución de energías renovables, chimeneas solares y el incremento del espesor de cerramientos para aislamiento acústico y térmico.
Flexibilizar y agilizar el desarrollo de suelos dotacionales y construcción de vivienda social.
La recuperación y nuevos usos para los patios de manzana. Al no contar con una regulación de usos, muchas de estas edificaciones se encuentran en desuso o abandono o están siendo infrautilizadas.
Más balcones y más grandes. La pandemia descubrió el valor de los balcones. El nuevo texto apuesta por incrementar el saliente de balcones y balconadas hasta 0,75 metros frente a los 0,45 que hay ahora y se añade la posibilidad de incluir terrazas sobre el espacio libre de parcela sin que computen edificabilidad.
Regulación de los usos logísticos y las cocinas industriales. Se limitan en zonas residenciales para favorecer su traslado a polígonos industriales. En el caso de las zonas residenciales, estos espacios no podrán superar los 350 metros2 y deberán disponer de espacios de aparcamiento, espera, carga y descarga.
Más seguridad jurídica y simplificación de los trámites burocráticos. Las nuevas normas simplifican el lenguaje burocrático. Se ha hecho un esfuerzo por unificar todos los criterios interpretativos publicados en las últimas décadas