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Ciudades conectadas: la perspectiva de futuro de Kone

    En los últimos 10 años la mayoría de las ciudades del mundo han cambiado radicalmente. Ahora están más urbanizadas, son más densas, pero también más sostenibles. Con la llegada de la pandemia nos hemos dado cuenta de que aún hay mucho que mejorar. Está previsto que en el año 2045 la población mundial crezca en más de 6 mil millones de personas, lo que supone todo un reto.

    La situación actual ha potenciado el teletrabajo y también la búsqueda de un mejor entorno en el que vivir. Ahora cobra más sentido que nunca hablar de smart cities, con espacios más flexibles, con mayor comodidad para sus residentes y más sostenibles. Estas ciudades se sirven de infraestructuras, innovación y tecnología para aportar servicios que faciliten el día a día de sus habitantes, a la vez que disminuyen el consumo energético.

    Las claves para estas nuevas ciuades son: adaptabilidad, comodidad y sostenibilidad. Las ciudades grandes y pequeñas deben ser pensadas a largo plazo, más inclusivas, y ofrecer prosperidad y oportunidades en todas las líneas demográficas. Es un proceso de cambio en el que las ciudades se encuentran inmersas desde hace décadas y que la pandemia va a potenciar.

    Para que las smart cities puedan aportar valor a los ciudadanos, es imprescindible que todas las redes involucradas se conecten y compartan información de manera instantánea y segura. Las soluciones de Internet de las Cosas proporcionan la conectividad necesaria, pero aún hay camino por recorrer en la integración con otros proveedores de información. Desde la movilidad, la limpieza de la ciudad hasta el reparto en los supermercados, pasando por los profesionales de la medicina y otros trabajadores de primera línea, los servicios desempeñan un papel fundamental para hacer de nuestras ciudades lugares más agradables, más productivos y saludables.

    La tecnología juega un papel clave y la conectividad va a ser uno de los mayores cambios que experimenten los edificios. Si realmente queremos vivir en smart cities, en lugar de en “stupid cities”, con miles de dispositivos conectados pero incapaces de comunicarse entre ellos, todos tenemos que trabajar compartiendo información e integrarla toda bajo un ecosistema central y las administraciones públicas tienen que jugar un papel de liderazgo. El mundo está cambiando y las ciudades están cambiando a un ritmo vertiginoso y es realmente emocionante formar parte de este cambio.

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