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Schindler Iberia recibe el certificado AENOR

    Schindler ha recibido el certificado de Gestión Ambiental coincidiendo con el décimo aniversario de su sistema en materia ambiental. Las actividades certificadas ambientalmente son Ventas, Diseño, Desarrollo, Instalación, Mantenimiento, Rehabilitación y Servicio Posventa de Equipos Elevadores. En el acto, AENOR y Schindler han firmado su adhesión a la comunidad #PorElClima.

    De esta manera, Schindler ha conseguido una vez más sobresalir con un trabajo en el sector que destaca, entre otras cosas, por reducir la contaminación acústica en los ascensores y escaleras mecánicas, además del tiempo del funcionamiento de la cabina. Otras de las mejoras más relevantes tienen que ver con la activación del modo automático de reposo para los componentes durante los periodos de poco tráfico, con poder viajar directamente al piso seleccionado con menos paradas gracias al sistema de control de destino y con una mecánica de baja fricción en sus equipos. Asimismo, la tecnología LED de iluminación de la cabina dispone de un modo de apagado cuando el ascensor no está en uso que ayuda al ahorro energético.

    En cuanto a materia de eficiencia, Schindler recalca su responsabilidad para con el medio ambiente, ya que utiliza energía limpia que revierte a la red eléctrica del edificio a través del proceso de recuperación de energía. La eliminación de los tradicionales aceites –gracias a la implementación de la tecnología sin reductor de los nuevos modelos– o la mejora de la eficiencia energética de todos sus productos son algunas de las medidas que han permitido a Schindler obtener y mejorar la certificación.

    Para obtener el certificado de Gestión Ambiental es necesario garantizar una correcta gestión, asegurar el cumplimiento de la legislación y mejorar continuamente el comportamiento ambiental. La implantación de un sistema de gestión ambiental proporciona una serie de beneficios económicos, derivados del ahorro en el consumo de energía, combustible y agua, así como de ahorros en el tratamiento de emisiones, vertidos o residuos. A estos beneficios económicos se le pueden sumar beneficios legales, como la reducción de riesgos de demandas de responsabilidades civiles y penales.