Una de cada cuatro propiedades intermediadas por la red Alfa Inmobiliaria, con más de 200 agencias operativas en España e Iberoamérica, no supera los 100.000 euros de precio. Estas son, precisamente, las propiedades que más están incrementando su precio y las que más rápido se venden. Cien mil euros es, según la red de agencias inmobiliaria, el límite máximo que muchos españoles están dispuestos a pagar hoy en día por una vivienda para después alquilarla.
A juicio de los responsables de Alfa, la alta rentabilidad que ofrecen estas viviendas genera un aumento en el precio, lo cual se suma al hecho de que al comprador le resulta más barato comprar una vivienda de estas características que alquilar. La otra característica de estas operaciones es que quienes realizan estas adquisiciones suelen ser pequeños ahorradores o personas que se independizan o adquieren su primera vivienda, y que en muchos casos no recurren a financiación bancaria.